UNA REALIDAD QUE NO PUEDES OCULTAR Y CRECE ‘MILICIAS URBANAS’

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Los sujetos infiltrados en los grupos de manifestantes que salieron a protestar por la muerte violenta del abogado Javier Ordóñez en las calles de Bogotá, a manos de dos agentes de la policía, buscaban solamente un pretexto para perturbar el orden público y contribuir a la desestabilización de la democracia en Colombia. La destrucción de los Centros de Atención Inmediata (CAI) en la capital del país, el intercambio de disparos con la fuerza pública, que protagonizaron encapuchados y las pedreas contra los diferentes almacenes de las ciudades culminando algunos en vulgar saqueo , son parte del libreto que fija la hoja de ruta para la toma del poder en Colombia.

Desde hace varios años el autodenominado ‘Ejército de Liberación Nacional’ (ELN) viene preparando cuadros juveniles en las universidades públicas del país y porque ocultarlo ya ingresaron también a las privadas , precisamente en aquellos centros educativos donde resulta fácil crear ‘Milicias Urbanas’ que se encargan de apedrear y destruir los bienes materiales, los centros comerciales, almacenes y edificios de propiedad estatal.

Son en su mayoría los hijos de familias humildes que, habiendo obtenido los subsidios del estado para continuar asistiendo a las universidades públicas, alimentan el odio contra la clase dirigente del país, de esta clase dirigente que en cabeza del señor presidente de la república y de la señora Ministra de educación, les otorgaron los subsidios del ‘Programa Jóvenes en Acción’ de cuatrocientos cincuenta mil pesos mensuales, para que puedan convertirse en los futuros profesionales de la patria, además del cuantioso incremento de los presupuestos de la nación para el sector universitario oficial del país.

¿Qué clase de arpías estamos formando dentro de la juventud estudiosa de Colombia, que rompe y destruye los bienes públicos mientras reclaman mayores presupuestos para la educación superior? ¿Cómo iban los miembros de las ‘Milicias Urbanas’ en las manifestaciones de Bogotá y de la ciudades de Colombia , inmiscuidos en un torbellino de protestas, unos en defensa de cualquier cosa , otros reclamando por la muerte de un borracho a manos de la policía nacional y los más ingenuos, creyendo que pueden controlar desde las alcaldías esta anarquía, que tiene entre sus patrocinadores a los parlamentarios de los partidos de oposición al gobierno del presidente Iván Duque, a quien le cobran el pecado de ser el ahijado político del ex presidente Álvaro Uribe Vélez, el único presidente de Colombia que ha enfrentado con valor y decisión a las guerrillas comunistas.

Ingenuo aquellos  alcaldes de Colombia, que autorizaron  la salvaje movilización del pasado viernes por los sectores más importantes de sus regiones donde se enloquecieron y  rompieron vidrios, lanzaron guijarros contra la fuerza pública y pretendieron arrebatarle los bastones y los escudos a la Policía Nacional, sus únicas armas de defensa y protección de una marcha de protesta, igualmente garantizada por el personal uniformado.

En la capital santandereana por ejemplo solo a su alcalde solamente a este funcionario se le ocurre que en la ciudad donde naciera hacen sesenta (60) años el autodenominado ‘Ejército de Liberación Nacional’ los agentes de la subversión y el terrorismo se portaran como unos angelitos.

Esta es una ciudad donde han envenenado el ambiente entre amigos y enemigos de la minería legal; entre defensores del Páramo de Santurbán y enemigos de la anarquía que propone cierto aspirante presidencial, promotor de la llamada ‘desobediencia civil’.

Mientras en Bogotá los daños provocados por las ‘Milicias Urbanas’ que quemaron Centros de Atención Inmediata de la Policía Nacional y que provocaron la refriega armada contra la fuerza pública, con saldo de diez personas muertas y cuantiosos daños en los buses articulados del sistema de transporte masivo, superan el costo de catorce mil millones de pesos, en Popayán  estamos esperando el inventario que están elaborando los organismo de seguridad para pasarle la cuenta al señor

Alcalde Juan Carlos “EL POLLO”  López Castrillón. ¡Esperaremos sus resultados!

Entre tanto, será mucho pedirle al señor Ministro de Defensa que saquen el ejército a las calles para proteger la vida y bienes de los ciudadanos, como reza la constitución y esperemos que termine esta nueva etapa de la ‘Patria Boba’ en que a la policía le prohíben hacer uso de las armas en caso de ser agredidos pero eso si no olvidando que la institución fue creada para protegernos de los maleantes mas no para abusar de la gente de bien como algunos han creído esto dañando esa imagen que muchos recordamos del Policía amigo .